El 25 de abril de cada año se pretende visibilizar la Lucha contra el Maltrato Infantil, con el objetivo de fomentar los derechos de los niños, niñas y adolescentes a nivel mundial y de esa manera reflejar el impacto negativo y el enorme perjuicio, en algunos casos irreversible, que genera la violencia contra las infancias, buscando promover la concientización en la sociedad sobre las consecuencias del maltrato en los niños, niñas y adolescentes.
El maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato, ya sea físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de cualquier tipo que cause o pueda causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil.
La violencia en cualquiera de sus formas es una vulneración de derechos que implica múltiples consecuencias negativas en el bienestar presente y futuro de los NNyAs, perjudicando su salud física y emocional, su desarrollo cognitivo, su autoestima y sus relaciones interpersonales. En el largo plazo, la violencia experimentada durante la niñez se asocia con la depresión, el abuso de alcohol y drogas, la obesidad y los problemas crónicos de salud. En sus formas más extremas, la violencia puede provocar discapacidades, lesiones físicas graves o incluso la muerte.
Un aspecto central de la problemática es que una gran parte de la violencia que sufren los NNyAs ocurre en el ámbito del hogar y la familia, razón por la que en general, aún se carece de datos y documentación precisa, y no se denuncia en la medida en que se debería. Es decir, muchas veces la violencia queda invisibilizada.
Paradójicamente, los ámbitos que deberían ser de protección, afecto y estímulo para el desarrollo integral, son los lugares donde los NNyAs sufren maltrato y abuso.
Las responsabilidades en la protección de la dignidad del niño se extienden a todos los ámbitos incluyendo el educativo, el económico y el público, entre otros. Lo anterior es reafirmado a su vez por el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas al advertir sobre la importancia de que los países miembros prohíban toda forma de castigo físico y trato degradante contra los niños, niñas y adolescente
NINGUNA FORMA DE VIOLENCIA CONTRA LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS ES JUSTIFICABLE
Y TODA LA VIOLENCIA ES PREVENIBLE.
“Ninguna forma de violencia contra los niños y niñas es justificable y toda la violencia es prevenible”: Este es el mensaje central del Informe Mundial sobre la Violencia contra los Niños y Niñas, el primer estudio global exhaustivo acerca de todas las formas de violencia contra ellos, que plantean datos a nivel global en donde describen la situación alarmante:
En promedio, 6 de cada 10 niños entre 2 y 14 años de edad (aproximadamente 1.000 millones) sufren de manera periódica castigos físicos por parte de sus cuidadores. En América Latina y el Caribe, alrededor de 6 millones de NNyA se enfrentan a la violencia, el abuso y el abandono. A este panorama se suma que 80.000 mueren al año como resultado de la violencia que ejercen sobre ellos sus padres y madres. Los resultados de diversos estudios sobre prevalencia de maltrato infantil en la región estiman que al menos el 51% de los niños y las niñas dicen haber sido víctimas de maltrato en el hogar y hasta un 82% de adultos admiten haber usado alguna forma de violencia física o psicológica contra los NNyA en el hogar.
En la Argentina, el motivo de ingreso del 44% de los niños y las niñas a los dispositivos del sistema de protección fue la violencia o el maltrato.
Según informes de UNICEF el 70% (setenta por ciento) de los abusos sexuales contra la niñez ocurre en sus hogares y sus abusadores son sus propios familiares, esta situación se vio agravada aún más el último año debido a la pandemia causada por el COVID-19 y el cierre de los establecimientos educativos, ya que generalmente son los y las docentes los que advierten situaciones de abuso y presentan denuncias.
¿QUÉ PODEMOS HACER FRENTE A LAS SITUACIONES DE ABUSO Y MALTRATO?
En este contexto, resulta de suma importancia dar a conocer la línea telefónica 102, para que las personas puedan dar aviso sobre situaciones de abuso, maltrato o negligencia de N,N y A.
La Línea 102 es un servicio telefónico gratuito que brinda la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) y se enmarca dentro del Programa Provincial de Prevención y Atención Integral del Maltrato a la Niñez y Adolescencia (PPMI), que funciona las 24 horas, todos los días del año y tiene como finalidad asesorar, comunicar y articular con diferentes instituciones para dar respuesta a las diferentes problemáticas y situaciones que vulneran derechos de N,N y A. Tiene carácter de “prevención y de protección de derechos” que en ningún caso es una línea de denuncia jurídica, legal ni penal.
En el día contra la lucha contra el maltrato infantil es fundamental que toda la sociedad tome conciencia de las herramientas que existen y se involucre cuando se toma conocimiento de alguna situación de abuso, maltrato o falta de cuidados básicos.
En nuestra provincia la Dirección de Promoción y Protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes (DGP) es el ente que tiene como objetivo promover la integralidad de las políticas públicas y la promoción y proteccion de los derechos de todos los niños, niñas, ante la amenaza o violación de sus derechos. La DGP trabaja a través de sus distintas direcciónes para cumplir sus objetivos, en específico la Dirección de Protección y Restitución de Derechos junto con los Equipos Técnicos Interdisciplinarios (ETI) realizan el abordaje, toma de medidas de protección de derechos y seguimiento de éstas hasta su restablecimiento, en caso de maltrato físico y/o psíquico, negligencia o abuso sexual.
Por último, distintas organizaciones de la sociedad civil colaboran con la promoción y protección de los derechos de NNyA en articulación con las políticas públicas realizadas, entre ella Unicef, Colectivo de derechos de infancia y adolescencia, y nuestra asociación, XUMEK.