El Día
Internacional del Orgullo LGBTIQ no tiene recuerdos de
colores, sino que tiene como antecedente histórico los disturbios que se
produjeron el 28 de junio de 1969 en respuesta a uno de los tantos ataques
sorpresas policiales en el bar Stonewall
Inn, del barrio de Greenwich Village de la ciudad de Nueva York. En aquella
oportunidad, personas trans, gays y lesbianas respondieron con una revuelta que
se extendió por varios días y que marcó el inicio del movimiento moderno por
los derechos LGBTIQ+ en el mundo entero. Al año siguiente de estos hechos, en
su conmemoración se llevaron a cabo las primeras marchas del Orgullo.
En Argentina la primera marcha fue en 1992 con la consigna “Libertad, Igualdad, Diversidad” y muchxs de quienes asistieron
marcharon con máscaras por miedo a ser discriminadxs o echadxs de sus trabajos.
Al principio las movilizaciones se hicieron en invierno para coincidir con el
28 de junio de Stonewall, pero para evitar el frío comenzaron a realizarse en
meses donde la temperaturas era más altas y podía concurrir más gente, por lo
que en Argentina quedó establecido por la lucha social en el mes de noviembre.
Independientemente de las fechas y de las latitudes en que se desarrollan las
marchas, el orgullo es un elemento central y representa una respuesta contra el
estigma social, la discriminación y las violencias hacia la población LGBTIQ+,
el orgullo busca promover la autoafirmación, la dignidad, la igualdad de
derechos, aumentar la visibilidad como grupo social y celebrar la diversidad
sexual en todas sus dimensiones.
Hasta el año pasado se realizaron marchas en todo el mundo, no sólo para recordar
estos hechos sino también para celebrar las identidades del colectivo LGBTIQ+.
Sin embargo, en los tiempos que corren desde marzo del 2020 a causa del
covid-19, nos obliga a quedarnos en nuestras casas y a no realizar aglomeración
de personas, pero estamos atentxs a cómo nos encuentre el mes de noviembre,
expectantes del camino en las calles de colores, puños levantados y voces
cantando lucha social. A nivel internacional se están llevando/se llevan a cabo
celebraciones virtuales, que incluyen desde charlas hasta mini conciertos.
Desde el área
de Género y Diversidad Sexual de Xumek consideramos que los derechos se
conquistan y se mantienen de forma constante, es por esto que queremos recordar
a algunas de las personas que fueron integrantes, referentes y banderas del
colectivo LGBTIQ+.
Mariela Muñoz:
Fue la primera transexual en recibir el DNI con su identidad en 1997. Incansable en su lucha por derribar tabúes y conquistar el derecho a
que las personas trans puedan ser aspirantes a la guarda con fines de adopción.
En 1997, a cuatro años después de que quisieran quitarle a sus tres hijxs y que
la condenarán a un año de prisión, logró que la Justicia Argentina la reconozca
por su identidad autopercibida y le otorgara el cuidado personal de algunxs de los
17 niños y niñas que había criado.
Diana Sacayán:
La incansable luchadora por los derechos laborales de
la población trans. Alzó su voz y puso el cuerpo en la calle durante dos
décadas de militancia social para conseguir en septiembre de 2015 que la
provincia de Buenos Aires aprobara la Ley Nº 14.783 de cupo laboral trans, la cual establece que el 1% de la
administración pública sea ocupado por personas trans-travestis. Esto responde
a la lucha del contexto de alta vulnerabilidad de la población travesti trans,
cuya expectativa de vida no supera los 35 años y se enfrentan a obstáculos
estructurales para acceder al trabajo formal, como la falta de oportunidades
reales, estigmatización y violencia. Diana fue asesinada en 2015, marcando su
caso como transvesticidio por primera vez en Argentina.
Diana fue Defensora del Pueblo en
2012 y en 2014 fue electa secretaria
mundial alterna trans de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays,
Bisexuales, Trans e Intersex -ILGA-. Sacayán tuvo una participación
decisiva para la sanción de la Ley Nacional de Identidad de Género en 2012, y
fue una de las primeras en obtener su DNI rectificado de manos de la ex
presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Marta Ferro:
Ferro fue la primer
periodista lesbiana en el diario Crónica,
sus relatos policiales son un ejemplo del género, también formó sus pasos por
el diario Crítica, Flash, y Revista Esto.
La reconocida periodista fue además una militante lesbiana y trotskista del
entonces Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Integró la redacción de La Voz y aunque sus notas no siempre
aparecían firmadas se deduce su autoría por el contenido radicalizado del
relato. Transitó los márgenes del conurbano bonaerense y cubrió infinidad de
casos para los diarios en los que trabajó.
Lohana Berkins:
Fue la primer travesti en visibilizar desde la Legislatura porteña los reclamos
de su comunidad. En 1994 fundó la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti
y Transexual -ALITT-. Lohana logró romper y cambiar la rigidez del sistema
educativo, ya que finalmente apareció con su nombre verdadero en las listas de
la escuela donde enseñaba.
Fue impulsora de la ley N° 3062 de
respeto a la identidad adoptada por travestis y transexuales aprobada en la
Legislatura de Buenos Aires en 2009. La que años más tarde se convertiría en la
Ley de Identidad de Género. Ella
puso el cuerpo y el corazón a la causa travesti de un modo diferente, con su
consigna “la salida es colectiva”, que la fuerza está en unirse, en asistirse y
resistir al atropello de la sociedad.
Entrelazó redes de alianza con infectólogos para que sus compañeras se hicieran
los testeos de VIH. Logró derribar muchos prejuicios machistas para que
empezaran a escucharlas en términos de valoración política.
Ilse Fusková:
Feminista, lesbiana y activista. De
reportera gráfica a artista y símbolo de los derechos de las mujeres, comenzó
como fotógrafa para varios medios y con el tiempo su obra se convirtió en
activismo y arte.
Fue la primera artista que habló de lesbianismo en la televisión argentina, más
precisamente en el programa de Mirtha Legrand en 1990 y estuvo detrás de la
primera Marcha del Orgullo Gay junto con Carlos Jáuregui. También realizó
importantes publicaciones de género, como lo fue en 1994 “Amor de mujeres. El lesbianismo en la Argentina” quien lo escribió
junto a su compañera Claudina Marek.
Carlos Jáuregui:
Fue el fundador de la Comunidad
Homosexual Argentina y de Gays por los Derechos Civiles -CHA-. A principios
de la década de 1990, la Asociación trató de impulsar el proyecto de una ley de
matrimonio civil, pero no tuvo resultados. En esa ocasión, Jáuregui asesoró en
ese primer proyecto que fue presentado por el Diputado Socialista Héctor
Polino. Luego, Carlos fue candidato a diputado por la Alianza Sur de Pino
Solanas. La ley de Matrimonio Igualitario llegaría varios años después, el 15
de julio de 2010. Catorce años después de su muerte.
Jáuregui redactó junto al equipo de abogados de Gays DC una propuesta
antidiscriminatoria para presentar ante la Convención Estatuyente de la Ciudad
de Buenos Aires que estaba diseñando la Constitución de la ciudad. El 30 de
agosto de 1996 los convencionales estatuyentes la aprobaron por unanimidad como
homenaje a Carlos.
Pedro Lemebel:
Profesor de arte, escritor y cronista
chileno. Referente de la literatura homosexual y contestataria, su estilo
irreverente se ha dado a conocer por toda Hispanoamérica. Como un exiliado
social, planteó con su obra performativa un discurso político que disparaba
contra la discriminación y el odio; así como el mismo se autodefinió: “maricón
y pobre”, en una época donde ser LGBT estaba penado por la ley y fuertemente
castigado por prejuicios, logró instaurar resistencias frente al modelo
autoritario.
Fuentes:
Revistadefrente.cl, Filo.news, Feminacida, Página 12, LatFem.