9 de abril: Día Del Pago Igualitario

Jornada para visibilizar que las mujeres tienen que trabajar un año y tres meses para equiparar el salario que los varones obtuvieron en tan sólo un año. ¿A qué se debe que personas con igualdad de capacidades, estudios y/o experiencia tengan salarios distintos? ¿es por una cuestión de género? ¿Todavía el techo de cristal recubre a las mujeres?

La organización Economía Feminista explicó que en el país “las mujeres ganan alrededor de 27% menos que los varones, ellas tienen que trabajar 1 año y 3 meses para obtener lo mismo que los hombres en sólo 1 año”. Es decir, las mujeres tienen que trabajar hasta el 9 de abril del 2020 para equiparar lo que los varones ganaron en el  2019. Es por ello que la organización incluyó esta fecha en el calendario feminista como el Día del Pago Igualitario en la Argentina.

Según la Organización Internacional del Trabajo -OIT-, en los últimos 27 años la brecha salarial apenas ha disminuido y se mantiene en torno al 20%. Además, según el World Economic Forum, entre 2017 y 2018 se desaceleró el ritmo al que crecían los salarios y se necesitaría esperar dos siglos para cerrar las diferencias salariales entre varones y mujeres.

“En Argentina, la brecha salarial por género es de 27,5%. Por lo tanto, las mujeres tenemos que trabajar hasta el 9 de abril del 2020, para equiparar lo que los varones ganaron en 2019” afirma Economía Feminista.

Para las trabajadoras informales, la situación es mucho peor. La brecha salarial se amplía a más del 36%. Además son más de un tercio del total y entre ellas encontramos a las empleadas domésticas, quienes tienen las tasas más altas de precarización laboral y los peores salarios de la economía, explica la organización.

La OIT señala en su informe global que en la brecha salarial de género se dan dos fenómenos. Uno de ellos se llama “explicada” y el otro “no explicada”. La primera hace referencia a los atributos del capital humano, como lo son “la edad, la experiencia y la educación”. Sin embargo, la segunda está relacionada “con la menor remuneración a las mujeres por trabajo de igual valor”. Sobre esto la organización afirma que en muchos países “las mujeres tienen un nivel de educación superior que los hombres que ostentan las mismas categorías ocupacionales, y sin embargo cobran salarios inferiores”.

¿Por qué las personas que son iguales en educación, capacidades y/o experiencia tienen ganancias distintas?¿Es una cuestión de género? ¿Las mujeres todavía cargan sobre sus cabezas el techo de cristal? Durante décadas ellas han ocupado un rol reproductivo y de cuidado en el hogar por lo que, muchas veces, las lleva a tener una triple jornada laboral con tareas no remunerativas.

El techo de cristal es una forma de violencia simbólica a la que se somete a las mujeres en el mundo del trabajo. Ya que ellas suelen recibir un sueldo menor que los varones por realizar las mismas o mayor cantidad tareas, y muchas de ellas  trabajan de manera informal y sin seguridad social. Además, muy pocas logran obtener cargos ejecutivos, tanto en el ámbito privado como en el Estado.

A partir de la lucha de los movimientos feministas y del colectivo LGBTTIQ+ han alcanzado parte de sus derechos laborales a lo largo de la historia del mundo y en nuestro país. Sin embargo, al día de la fecha, en la agenda política argentina hay una deuda que es implementar el cupo laboral trans.

Desde el área de Género y Diversidad Sexual de Xumek abogamos por trabajos dignos e igualdad de condiciones y salarios para varones, mujeres y disidencias. Asimismo, consideramos de suma importancia que se promulgue la ley de cupo laboral trans y que tenga una efectiva implementación en todo el territorio argentino.

Imagen: ElConfidencial.com