Justicia patriarcal: ¡no fue «desahogo sexual»!

Desde el área de Género y Diversidad Sexual de Xumek, repudiamos los dichos del fiscal de Chubut Fernando Rivarola sobre la violación de seis varones a una adolescente de 16 años.

Consideramos de extrema urgencia e importancia la efectiva implementación de la Ley Micaela en cada provincia y en todos los niveles del Estado para que se aplique perspectiva de género de forma transversal.
Rivarola argumentó “desahogo sexual” justificando la comisión de un delito contra la integridad sexual de la mujer.
Apenas un día después de haber gritado nuevamente ¡Ni una menos! la estructura machista y patriarcal nos recuerda que la lucha continúa.

Repudiamos una vez más el accionar de la (IN)Justicia argentina, ya que sigue sin garantizar el ejercicio de los derecho de mujeres y disidencias. No hay ningún justificativo para comparar a los varones con animales salvajes que tienen “necesidades sexuales primitivas que calmar”.

#Fuedelito #NiUnaMenos #JusticiaPatriarcal #SeVaACaer #Chubut

3 DE JUNIO: AÑOS DE LUCHA

Este 3 de junio tiene un tinte particular.  Estamos atravesando una pandemia mundial en la cual nos obliga a todas las personas a resguardarnos en nuestras casas para evitar la circulación del covid- 19. Mientras que años anteriores, esta fecha, nos encontraba en la calle marchando.

¿Por qué marchamos cada 3 de junio? En el 2015 mujeres y disidencias dijimos basta a la violencia machista, fue la culminación y el hartazgo por la cantidad de femicidios que se llevaba la vida de las mujeres. El 3 de junio de ese año se realizó la primera marcha en contra de la violencia hacia las mujeres bajo el lema “Ni Una Menos”, consigna que le dio nombre a la colectiva feminista en toda la Argentina.

“Ponemos cuerpo, palabra, banderas y carteles para decir que la violencia machista mata y no sólo cuando el corazón deja de latir. Porque la violencia machista también mata, lentamente, cuando coarta libertades, participación política y social, la chance de inventar otros mundos, otras comunidades, otros vínculos” recita Ni una Menos.

Cada 3 de junio se reclama al Estado políticas que frenen las violencias machistas. Sin embargo, este año nos encuentra sin posibilidad de vernos en las calles, pero continuamos levantando nuestras voces y ahora de forma virtual. Desde Ni una Menos se llevarán a cabo diversas actividades el miércoles 3 de junio por las redes sociales, tales como: Instagram live desde las 15hs, con Marta Dillon desde Buenos Aires, con varias representantes más hasta las 19:00hs, luego 20:30hs festival por Instagram con músicas feministas de mendoza, y muchas acciones más que se pueden ver por las redes sociales de Ni una Menos.

Asimismo, dicha fecha es importante también ya que a partir de diversas luchas llevadas a cabo por mujeres y disidencias se alcanzaron diversos derechos, entre ellos podemos mencionar dos, que se relacionen a esta fecha.

Por un lado, el gobierno de Alfonsín en 1985 ratificó con la ley 23.179 la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer – CEDAW- . Tratado de derechos humanos que obtuvo jerarquía constitucional con el cambio de la Constitución Nacional en el año 1994.

La Convención define la expresión “Discriminación contra la mujer” como “toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y de la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera”. Esta, en conjunto con las diversas formas de violencia son situaciones que las mujeres viven diariamente y que culminan en femicidios

Por otro lado, en junio de 1987 se sancionó en la Argentina la ley del divorcio vincular- N° 23.515- que permitió a cada persona de la pareja divorciada volver a contraer matrimonio con nuevas parejas, como también se incorporó el derecho de ambos padres a ejercer la patria potestad de sus hijxs. Hasta ese momento sólo existía la posibilidad legal de la separación de bienes, no pudiendo volver a contraer matrimonio ninguno de lxs cónyuges porque el vínculo seguía existiendo.

Esta no era la primera discusión alrededor del tema en nuestro país. En 1954, con el segundo gobierno de Perón en un contexto de cada vez mayor distanciamiento con la Iglesia Católica, se discutió sobre el divorcio y  se votó afirmativamente en ambas cámaras la Ley 14.394. Sin embargo, en menos de un año después, la Revolución Libertadora que derrocó a Perón, derogó la Ley por vía del decreto 4070 en noviembre de 1955.

Tras la caída de la última dictadura cívico militar en la Argentina se re-instalará el debate sobre el divorcio vincular. En 1985, la Multisectorial de Mujeres incluye dentro de sus reivindicaciones el derecho al divorcio.

Desde el área de Género y Diversidad Sexual de Xumek, nos unimos a la jornada para dar visibilidad a los años de lucha. A los años de levantar la voz para que mujeres y disidencias sean escuchadas. A los años de poner el cuerpo en la calle para alcanzar nuestros derechos; y unimos nuestras voces para seguir luchando de forma virtual por un aborto legal seguro y gratuito, por la autonomía de nuestros propios cuerpos lejos de cualquier religión e institución eclesiástica, y porque no queremos una muerte más porque vivas nos queremos.

Para comunicarte con el área de género y diversidad sexual te dejamos nuestro mail generoydiversidad@xumek.org.ar

Foto: Belén Godoy

28 de mayo: Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres

Cada 28 de mayo se conmemora el Día de Acción por la Salud de las Mujeres en todo el mundo. Dicha fecha se estableció en 1987 durante el V Encuentro Internacional de Salud de la Mujer. Allí la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe propuso instaurar este día, donde se podrían visibilizar temas sobre sexualidad y reproducción desde la autonomía y la libertad.

Esta fecha nos interpela a reflexionar y a discutir acerca de las políticas de Estado sobre los cuerpos feminizados y disidentes como así también proponer acciones a favor de la salud.

Así, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito presentó en el 2007 el primer proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en el Congreso de la Nación Argentina. En aquel entonces no tuvo éxito. Sin embargo, no se bajaron los brazos y se presentó en siete oportunidades más hasta que en el 2018, fue tratado por primera vez.

En junio de ese año, junto a la marea verde en las calles, en la cámara de diputados se aprobó la media sanción de la ley con 129 votos a favor, 125 en contra y 1 abstención.​ Sin embargo, el proyecto fue rechazado en agosto por el Senado tras una votación donde 38 senadores votaron en contra y 31 a favor, con 2 abstenciones y un ausente.

Pero la lucha no cesó y la marea verde creció aún más. En el año 2019 la Campaña Nacional volvió a presentar un nuevo Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, con algunas modificaciones al ya presentado anteriormente.

El mismo integra a diversas identidades de género, a personas con discapacidad y a personas con capacidad restringida. Dentro de las causales, el art. 4 prevé: ”toda mujer o persona gestante tiene derecho a interrumpir su embarazo en los siguientes casos: si el embarazo fuera producto de una violación, con el solo requerimiento y la declaración jurada de la persona ante el/la profesional o personal de salud interviniente; y si estuviera en riesgo la vida o la salud integral de la mujer o persona gestante”. Asimismo, se contempla el suministro de información sobre los distintos métodos de interrupción del embarazo en la primer consulta al/la profesional de salud, como así también los alcances y consecuencias de la práctica, y los riesgos de su postergación.

Por último, en su art. 12  donde se prevé las políticas de salud sexual y reproductiva, se agregó a la  Educación sexual integral: “el contenido curricular sobre aborto, el que  debe ser enseñado como un derecho de las mujeres y personas gestantes, a través de contenidos científicos, laicos, confiables, actualizados y con perspectiva de género que puedan fortalecer su autonomía.”

Desde el área de Género y Diversidad Sexual de Xumek reafirmamos que el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho de las mujeres, de las personas gestantes y de las disidencias. Esto se enmarca dentro del derecho a gozar de salud integral a lo largo de toda la vida, es un derecho humano universal, consagrado por los tratados internacionales de derechos humanos.

En la actualidad esto no ocurre para millones de mujeres, cuerpos gestantes y disidencias, en especial para lxs más pobres y lxs más jóvenes, para lesbianas, migrantes o desplazadas, para quienes habitan zonas rurales o urbano marginales, entre otras características. Para ellxs, el cruce de discriminaciones, violencias y exclusiones lxs aleja cada día del goce de los derechos humanos consagrados, en especial, del derecho a la salud integral y los derechos sexuales y reproductivos.

Por lo tanto, desde el área de Género y Diversidad Sexual de Xumek, nos hacemos eco de esta jornada para visibilizar que todavía el derecho a la salud integral no alcanza a toda la población. Y abogamos y reclamamos por la  urgente sanción y promulgación de la Ley de Interrupción Legal del Embarazo.

generoydiversidad@xumek.org.ar

SEMANA MUNDIAL DEL PARTO RESPETADO: NIÑAS NO MADRES

La Semana Mundial del Parto Respetado tiene como objetivo principal promover los derechos de las personas gestantes y les recién nacides  en el momento del nacimiento.

Desde el Área de Niñez y Adolescencia de Xumek nos preguntamos ¿qué sucede con los embarazos y maternidades forzadas de niñas y adolescentes en nuestro país?

Desde el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) se estima que en Argentina, por año, aproximadamente 109.000 adolescentes de entre 15 y 19 años y 3.000 niñas comprendidas entre los 10 y los 14 años resultan embarazadas. El 80% de los embarazos de niñas menores de 14 años, son producto de violencia sexual ejercida en el ámbito familiar o en círculos cercanos a las víctimas.

En Mendoza, según las estadísticas del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes, durante el año 2018 se registraron 30.122 nacimientos, el 11% representó a jóvenes menores de 19 años, y 70 niñas menores de 15 años fueron madres.

Respecto a niñes y adolescentes en situación de embarazo que han sido víctima de abuso sexual y/o han manifestado un riesgo para su salud psicofísica, se habilita el  derecho de la interrupción legal del embarazo (ILE) elaborado por el Ministerio de la Salud de la Nación, contemplado en el Código Penal  desde 1921 y validado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo FAL (2012).  También desmitificar los “embarazos adolescentes” como una problemática y hablar de embarazos no deseados que pueden ocurrir en cualquier etapa de la vida de una mujer. Y los embarazos deseados que transcurren en la adolescencia deben ser acompañados por el Estado para garantizar los derechos contemplados en la 26.061 poniendo al servicio los recursos que necesite la joven para transcurrir su gestación, parto y posterior crianza con plena garantía y ejercicio de sus derechos.

La Interrupción Legal del Embarazo obliga a todxs los profesionales de la salud y autoridades públicas a suministrar toda la información disponible a niñes y adolescentes de forma dinámica y a lo largo de todo el proceso de atención. Además, establece que debe respetarse su derecho a ser oídes y que sus opiniones sean tenidas en cuenta, y que existe una corresponsabilidad de todes les actores sociales de proteger sus derechos, actuando en consonancia con su interés superior. Sin embargo, actualmente niñes y adolescentes deben enfrentar obstáculos para acceder a la interrupción legal del embarazo. En Mendoza, se restringe el acceso a la ILE al exigir requisitos que exceden los contenidos en la legislación.

Además, consideramos importante exigirle al Estado la correcta implementación del Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas de toda la provincia, para que les niñes y adolescentes puedan tener reconocimiento de sus derechos sexuales y (no) reproductivos, cuidar su propio cuerpo y reconocer conductas  abusivas y así evitar situaciones de riesgo. En la actualidad, la ESI posee deficiencias en su implementación, hay escuelas en las que no se enseña o su contenido es muy reducido a lo que contempla la ley 26.150.

La falta de intervención por parte del Estado de la información y los servicios necesarios para ejercer el derecho a la ILE y la ESI supone una violación grave a la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia, de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y de otros instrumentos internacionales con jerarquía constitucional.

Desde el Área de Niñez y Adolescencia de Xumek consideramos que les niñes que se ven obligades a llevar un embarazo forzado adelante NO son un ejemplo de maternidad y amor,  sino que son víctimas de la violencia institucional impartidas tanto del Estado que viola y no hace efectivos sus derechos, como así también de los efectores de salud pública que se oponen argumentando cuestiones morales, constituyéndose ambos en responsables de las consecuencias tanto físicas como psicológicas que afectarán a ese niñe de por vida.

En el contexto actual de aislamiento social, preventivo y obligatorio, incrementan las situaciones que ponen en riesgo a niñes y adolescentes a sufrir algún tipo de maltrato, ya que se ven en la obligación de convivir con su agresor, y no cuentan con espacios de contención como la escuela. No todas las niñas están seguras en sus casas.

Obligar a una niña a continuar con el embarazo y asumir una maternidad forzada ES TORTURA. ¡Por infancias libres de violencia! #NIÑASNOMADRES

Semana mundial del parto respetado

Semana mundial para visibilizar el modo en que se atienden partos en todo el mundo y para exigir el cumplimiento de derechos vinculados al nacimiento. Esta iniciativa, según Unicef Argentina, nació en 2004 por la Asociación Francesa por el Parto Respetado -AFAR- y desde entonces se replica en distintos países.

En nuestro país, existe la Ley 25.929 la cual establece que las obras sociales regidas por leyes nacionales y las entidades de medicina prepaga deberán brindar obligatoriamente determinadas prestaciones relacionadas con el embarazo, el trabajo de parto, el parto y el postparto, incorporándose las mismas al Programa Médico Obligatorio.

La normativa contempla, entre otros puntos, a que la persona gestante debe ser informada sobre las distintas intervenciones médicas que pudieren tener lugar durante esos procesos de manera que pueda optar libremente cuando existieren diferentes alternativas; a ser tratada con respeto, y de modo individual y personalizado que le garantice la intimidad durante todo el proceso asistencial y tenga en consideración sus pautas culturales; y a estar acompañada, por una persona de su confianza y elección durante el trabajo de parto, parto y postparto.

Además la ley de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres contempla la modalidad de Violencia obstétrica, en la que la define como aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales.

Cuando hablamos de un “parto respetado”, nos referimos cuando una familia o una persona gestante es tenida en cuenta en el sistema de salud, como un ser integral. No sólo es vista como una persona que va a atravesar un hecho biológico, sino que también se tiene en cuenta su aspecto psicológico, social, y el contexto en el que ella se desarrolla. Por lo tanto tendremos un sistema de salud que la acompaña y satisface sus necesidades en cuanto al malestar que pueda tener de manera orgánica. Asimismo serán contempladas sus creencias en el momento del parto, como también su salud mental que es primordial, y se le facilitará la compañía que ella necesite y que le dará contención en esos momentos, nos explica al área de Género y Diversidad Sexual de Xumek la Licenciada en Obstetricia, Claudia Benítez Castro, quien trabaja con mujeres por medio de un acompañamiento en el embarazo y en la lactancia.

Esta práctica tiene implicaciones para la persona gestante y para el bebé.  Por un lado, la atención al estado de salud de ambas personas, entendiendo a la salud como un equilibrio entre lo biológico, lo psíquico y lo espiritual. Si este equilibrio en un parto es respetado la persona gestante va a vivenciar la situación como un proceso de despliegue de empoderamiento. Es decir, si esta persona atraviesa un parto y fue tratada correctamente se va a sentir poderosa, y en relación al bebe va a poder disfrutar del contacto piel a piel con su madre, se explaya Benítez Castro.

Esto genera diversos beneficios, entre los que se encuentran: fortalecer el sistema inmune del bebé, regular su temperatura, y calmar el estrés del nacimiento. Estos se engloban en lo que se denomina Binomio, que se forma entre la persona que dió a luz y el recién nacidx, y se produce cuando no hay intervenciones. En el caso de que se ejerza violencia obstétrica esto puede llegar a interrumpirse y ese apego se encuentra incompleto, sin embargo, esto no quiere decir que luego ese binomio no se pueda volver a construir desde otro lugar, explica Benítez Castro.

Por otro lado, quienes deciden dar a luz en sus domicilios son violentadas por el sistema de salud. La Licenciada explica que “la violencia para quienes deciden parir en sus casas, generalmente viene desde el momento en el que se comunica la decisión al profesional de salud que está haciendo el control prenatal, a veces allí se genera un rechazo y no se le brinda información completa a la persona gestante. También se suele encontrar violencia en el momento de realizar el registro del recién nacidx, y cuando el sistema de salud se entera que la persona gestante realizó un parto domiciliario las mismas se ven violentadas verbalmente por quienes las asisten”.

“En todo momento del embarazo, del trabajo de parto, del parto y del postparto las personas gestantes tienen el derecho a recibir información al respecto. En tanto para quienes decidan llevar a cabo un parto domiciliario también deberán tener la información pertinente a dicha práctica” argumentó Benítez Castro.

Desde el área de Género y Diversidad Sexual de Xumek, nos unimos a la jornada de la Semana mundial del Parto Respetado, para visibilizar los derechos que tienen las personas gestantes y recordar que tienen a disposición un modelo de solicitud como herramienta para todas aquellas personas que cursen el embarazo puedan presentar ante el establecimiento de salud donde se estén asistiendo, con el fin de exigir que se respeten sus derechos. La misma la pueden descargar aquí.

Día Internacional contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género

El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud – OMS –  eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, terminando, de esta manera, con más de un siglo de discriminación dentro de la medicina.

Este acontecimiento, de hecho, histórico sirvió de base para la lucha por el reconocimiento de derechos y la creación de políticas públicas para la población LGBTIQ+. Así, esta fecha se consolidó como el día de visibilidad, promoción y reclamo por la protección y pleno goce de los derechos humanos de esta población a nivel internacional.

Aunque esta fecha se conoce mundialmente como el Día Internacional contra la Homofobia, Lesbofobia, Transfobia y Bifobia, es cada vez más común referirse a esta como el Día Internacional de la Lucha contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género.

Este cambio en el nombre responde a que, si bien “homofobia”, “transfobia”, “lesbofobia” y “bifobia” son términos que comúnmente se utilizan para hablar de odio o rechazo hacia el colectivo LGBTIQ+, no son los correctos cada vez que no se trata de una fobia, es decir, en este caso de un trastorno de salud psicológico, sino que hacen referencia sólo a actos discriminatorios aprendidos socialmente, que conllevan una sanción legal.

Luego de la promulgación de la ley de Identidad de Género, que el pasado 9 de mayo tuvo el aniversario de su sanción, toda persona tiene derecho al reconocimiento de su identidad de género; al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad autopercibida; a ser tratada de acuerdo con su identidad elegida y, en particular, a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada.

A pesar de tener una ley que las respalde, no quita que la discriminación se haya esfumado de la sociedad, y que las personas no mueran por discriminación. En 2010 el crimen de lesbo odio se llevó la vida de la Pepa Gaitán, en el 2015 la vida de Diana Sacayán quien fue víctima de un travesticidio, y un largo, lamentable e invisibilizado etcétera, que no tiene estadísticas oficiales de los travesticidios en Argentina.

Por otro lado, en el país la expectativa de vida de las personas travestis y trans es de 35 a 40 años. Asimismo, el trabajo sexual es para la mayoría de las personas trans la única opción laboral posible. Según el último relevamiento nacional el 95% de las personas trans no accede a un trabajo formal, y el 90% vive de la prostitución en estado de extrema vulnerabilidad.

El colectivo trans (travestis, transexuales y transgéneros) es expuesto a la extrema pobreza, a la vulnerabilidad, a la soledad, a las huellas del maltrato y a la violencia sistemática, esto demuestra la situación de abandono y la ausencia del Estado.

Hay avances en las normativas pero todavía queda mucho camino por andar, como es el caso del Cupo Laboral Trans al que todavía no hay un efectivo cumplimiento.Sin embargo, desde el área de Género y Diversidad Sexual de Xumek nos hacemos eco de esta jornada para dar visibilidad, promoción y reclamo por la protección de los derechos de las personas del colectivo LGBTIQ+.

A 8 AÑOS DE LA SANCIÓN DE LA LEY DE IDENTIDAD DE GÉNERO

En el 2012 se aprobó la normativa que reconoce el derecho a las personas trans -transgénero, travestis y transexuales- a su libre expresión y desarrollo de su identidad autopercibida. A un trato digno de acuerdo con dicha identidad y la posibilidad de que en su DNI aparezca el nombre e imagen con la cual se sienta representada la persona.

Allá por el 2012, un 9 de mayo en el Senado se esperaba la tan ansiada Ley de Identidad de Género, el día estuvo acompañado de colectivos y activistas LGBTQ+ que miraban la sesión a través de pantallas gigantes del INADI en la plaza Congreso. Desde los balcones del recinto la sesión fue presenciada por activistas disidentes entre aplausos y alegría. El día finalizó con la sanción de la ley 26.743.

Por lo tanto, cada 9 de mayo se celebra la sanción de dicha normativa en Argentina, como un avance central en el reconocimiento de las identidades de las personas trans (transgénero, travestis y transexuales). Se destaca en ser la primera en toda América Latina que reconoce el derecho a la identidad de género de las personas trans y a su libre expresión y desarrollo.

La misma no hubiera sido posible sin los años de lucha por parte de las organizaciones trans en el país. Quienes lograron el respeto a la identidad de género autopercibida, el trato digno de acuerdo con dicha identidad y la posibilidad de que en su documento nacional de identidad aparezca el nombre e imagen con la cual se sienta representada la persona. Se corresponda o no con el sexo y el género asignados al nacer. Y destacando que para la rectificación registral no se requiere intervención quirúrgica, tratamiento hormonal, psicológico o psiquiátrico previo, ni autorización judicial y que el trato digno no depende del cambio registral.

Por otro lado, la ley garantiza a las personas menores de 18 años el derecho al reconocimiento de su identidad de género, al trato digno y al libre desarrollo de su persona. Establece criterios y mecanismos que priorizan la voluntad de niñas, niños y adolescentes de acuerdo a la capacidad progresiva y el interés superior de estos, tal como disponen las normativa nacionales e internacionales: la Convención sobre los Derechos del Niño y Ley N° 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.

Esta ley ha posibilitado el mejoramiento de la calidad de vida de las personas trans y ha permitido sentar las bases jurídicas para comenzar un nuevo andamiaje en materia de derechos que contenga las demandas de esta población en Argentina. Sin embargo, en algunos ámbitos han sido reticentes a respetar esta ley y los episodios transfóbicos siguen en boga al día de la fecha. Todo ello, al punto de que el Ministerio de Salud de la Nación solicita en sus resoluciones en tiempos de cuarentena, a que se cumpla con la ley 26.743 y las identidades autopercibidas de las personas.

Es por ello, que a pesar del avance legislativo, que es muy importante y valioso, el colectivo trans es uno de los más vulnerados dentro de la población, a raíz de su incompleta inserción laboral, entre otras cosas. En tiempos de pandemia por el COVID-19, esta población es una de las más perjudicadas por las limitaciones en las condiciones de vida y laborales, ya que en su gran mayoría es precarizada y de baja salubridad .

Desde el área de Género y Diversidad Sexual, celebramos la sanción y promulgación de la ley de Identidad de Género, pero continuamos en la lucha por los derechos que aún faltan alcanzar.

1° de mayo: Día Internacional de las Trabajadoras y Trabajadores

Se trata de una jornada en la que se conmemora un día de lucha por mejores condiciones de trabajo, que tuvo lugar allá por 1886. A lo largo de la historia se han alcanzado derechos laborales, sin embargo no se bajan los brazos para continuar luchando por los que faltan. 

El primero de mayo de cada año se conmemora el Día Internacional de las Trabajadoras y los Trabajadores en homenaje a los «Mártires de Chicago», un grupo de sindicalistas socialistas y anarquistas que fueron ejecutados en 1886 en Estados Unidos por realizar un reclamo laboral.

El reclamo recitaba la reducción de la jornada laboral a 8 horas, ya que solían trabajar hasta 16 horas diarias. Ante el aumento de los paros y la presión social el presidente de Estados Unidos de ese entonces, Andrew Johnson, promulgó una ley que establecía las 8 horas de trabajo diario. Sin embargo, el sector empresarial decidió hacer caso omiso a la normativa, por lo que lxs trabajadores de la ciudad industrial de Chicago iniciaron una huelga el 1 de mayo.

A pesar de los derechos laborales alcanzados por las luchas sociales en el transcurrir de la historia, siguen quedando sectores de la sociedad asilados de un completo cumplimieto de tales derechos como lo son las mujeres y el colectivo LGBTIQ+. 

Nos encontramos bajo la economía capitalista que genera exclusión, desigualdad e injusticia  que se representa en, por un lado, la situación de desempleo y precarización laboral en el ámbito del trabajo asalariado, así como la brecha salarial entre varones y mujeres y la no completa inserción laboral del colectivo trans; por el otro sumado al trabajo catalogado como “productivo” a las mujeres se les suma el trabajo de cuidado de adultos mayores y de niños, niñas y adolescentes.

En la escala de valores de la productividad económica capitalista, queda invisibilizado el trabajo que realizan las mujeres en el seno de la familia como en la comunidad, que aportan el bienestar y la sostenibilidad de la vida social y económica.

La organización portal Economía Solidaria considera “abordar una reorganización de todos los trabajos. Esto supone, por un lado, que los hombres deben incorporarse a la responsabilidad del sostenimiento y cuidado de la vida y, por otro, que las mujeres deben acceder al ámbito de toma de decisiones en el espacio público. Asimismo se debe realizar una revisión de la masculinidad hegemónica basada en ciertas dosis de privilegios de género a los que hay que renunciar”.

Recordamos la problemática que conlleva el techo de cristal que pesa sobre las cabezas de las mujeres, el cual es un obstáculo invisible en la carrera laboral de las mismas, difícil de traspasar, que les impide llegar a cargos de mayor responsabilidad,  liderazgo y de toma de decisiones.

Desde el Área de Género y Diversidad Sexual celebramos el día de las trabajadoras y trabajadores, sin embargo seguimos en la lucha por mejoras en las condiciones laborales, por empleos inclusivo que garanticen el ejercicio pleno de los derechos sociales de la ciudadanía para todas las personas, como también reclamamos el cupo laboral trans.

PARIR SOLAS EN TIEMPOS DE CUARENTENA

A raíz del Covid-19 las instituciones de salud de la provincia de Mendoza han tomado diversos protocolos para que no se propague el virus, sin embargo una de las acciones afecta a la ley de parto respetado. Las personas con capacidad de gestar se ven obligadas a parir solas, sin acompañantes, sin contención. Para acompañarlas, desde Xumek, realizamos un modelo de solicitud como herramienta para que puedan presentar en dichas instituciones.

Desde el área de Género y Diversidad Sexual de Xumek visibilizamos la situación actual que atraviesan las personas gestantes en diversos hospitales y clínicas de Mendoza durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio a causa del Covid-19. Las mismas se ven obligadas a parir en condiciones que vulneran su derecho a un parto respetado.

Durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio en el que nos encontramos desde el mes de marzo del 2020 a raíz del coronavirus, la situación de las personas gestantes se ha visto agravada en los hospitales, ya que son vulnerados sus derechos de los que son titulares. Nos referimos, al derecho de ser acompañadas por una persona de su confianza y la elección durante el trabajo de parto, parto y postparto, establecido por la ley 25.929 sobre Parto Humanizado.

Algunas instituciones están haciendo caso omiso a la ley 26.529 sobre Derechos del Paciente y las últimas recomendaciones hechas por el Ministerio de Salud de la Nación, que no prohíben el acompañamiento; en tanto, la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de Violencia de Género (CONSAVIG) y la Organización Mundial de la Salud  (OMS) aportan herramientas complementarias importantes para la afirmación y el sostenimiento de estos derechos.

A raíz de lo ocurrido en la provincia, desde el área  hemos diseñado un modelo de solicitud como herramienta para todas las personas que cursen el embarazo puedan presentar ante el establecimiento de salud donde se estén asistiendo. Con el fin de exigir que se respeten sus derechos que dichas normativas y recomendaciones garantizan, promueven y protegen.

Fundamos, también, dicha solicitud en la ley de “Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia hacia las mujeres en los ámbitos en que desarrollan sus relaciones interpersonales”, en tanto afirma que todo trato deshumanizado configura un ejercicio de violencia obstétrica.

Para acceder al link con el modelo de nota haz click aquí

26 de abril: Día internacional de la visibilidad lésbica

Cada 26 de abril en diversas partes del mundo se conmemora el Día de la Visibilidad Lésbica, es un llamado hacia la construcción de sociedades más inclusivas y para la protección de sus derechos humanos.

Las personas tenemos el derecho a no ser objeto de violencia, persecución, discriminación y estigmatización. Es por ello que existen leyes internacionales en materia de derechos humanos que establecen obligaciones jurídicas hacia los Estados.

En Argentina existe desde el año 2012, la ley 26.743 de Identidad de Género, la cual define que toda persona tiene derecho al reconocimiento de su identidad de género y al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad de género. Con anterioridad en el 2010, se promulgó la Ley 26.618 de Matrimonio Igualitario, la misma establece que el matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia de que lxs contrayentes sean del mismo o de diferente sexo.

Desde la Organización de las Naciones Unidas se considera a los derechos humanos como universales, por lo tanto no se puede invocar a prácticas y creencias culturales, religiosas, morales ni actitudes sociales para justificar violaciones a tales derechos contra ningún colectivo o persona. Sin embargo, constatamos todos los días por los medios de comunicación graves vejaciones y violaciones sobre los cuerpos disidentes.

Continúan prevaleciendo estereotipos discriminatorios, normas culturales y actitudes que normalizan y trivializan la violencia contra el colectivo LGBTIQ+. Las mujeres lesbianas conforman un grupo que sufre una doble discriminación, la primera por su género y la segunda por el estigma al que está asociado su orientación sexual.

En el plano nacional, el día de la visibilidad lésbica tiene lugar cada 7 de marzo desde el 2010, a raíz del asesinato de Natalia “Pepa” Gaitán, quien fue asesinada por Daniel Torres, el padrastro de su novia, en la ciudad de Córdoba. Torres fue condenado a 14 años de prisión. La Pepa se convirtió en una bandera de lucha por la igualdad y la visibilidad de las mujeres lesbianas en todo el país.

Desde el área de Género y Diversidad Sexual de Xumek, entrevistamos a Cecilia Magdalena Malnis, poeta y becaria doctoral del Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales del CONICET, sede Mendoza, quien nos da su percepción por un lado sobre la cotidianidad de su vida y el lesbianismo; y por el otro sobre el lesbianismo y el contexto sociocultural.

¿Qué significa ser parte de la comunidad LGBTIQ?

Ser parte de la comunidad LGBT puede tener distintos significados para las distintas personas que integramos, de alguna manera, el colectivo. Como lesbiana, para mí, significa defender las condiciones particulares de vida en que nos desenvolvemos dentro de la sociedad, y entender que el heteropatriarcado tiene formas de opresión específicas sobre nosotras.

Por un lado, las más femeninas somos leídas como mujeres heterosexuales, teniendo que soportar diariamente la invisibilidad, y, entre otras cosas, chistes machistas y lesbofóbicos, coqueteos no deseados por parte de varones cis, acosos, la presión de responder a estereotipos de género que no responden a nuestra identidad de género, etc. Por otro lado, las lesbianas chongas son discriminadas en la calle y en sus lugares de trabajo; y, en la escuela, son adoctrinadas para que se repriman y respondan a los imperativos de la feminidad. En otros casos, son directamente leídas como trans, que es un pensamiento que asimila muy fácil y equívocamente la masculinidad a los varones, como si se tratara de un atributo exclusivo de ellos. Las lesbianas chongas no son varones trans, y tienen sus propias maneras de construir una masculinidad no hegemónica que inscribe en sus cuerpos cierto erotismo y formas de relacionarse con otrxs, que muy pocas veces es tenida en cuenta por la cultura de lo mainstream, digamos, aún dentro del colectivo LGBT.

Si bien compartimos muchas formas de opresión con el resto de la comunidad LGBT, las lesbianas (y nuestras condiciones materiales de existencia) tenemos luchas particulares que dar.

¿Cómo es llevar esta lucha política día a día en tu vida?

Para mí, principalmente, significa visibilizarme como lesbiana en cada lugar en el que estoy: en el trabajo, en la universidad, con mis amigxs, en mi familia, en los distintos espacios literarios a los que me invitan a leer, etc. Es un error pensar que la sociedad ya ha aceptado a las lesbianas y que la lucha por el reconocimiento no es necesaria.

En la mayoría de las instituciones en las que transitamos desde la infancia, todavía tenemos que hacer el esfuerzo por nombrarnos, porque lo «normal» es la heterosexualidad. A los estereotipos de género los enseñan en la mayoría de las familias, en las escuelas, en las imágenes normalizadoras que vemos en la televisión y redes sociales, en las mismas encuestas y formularios, que muchas veces sólo tienen para completar con varón/mujer, sin tener en cuenta otras identidades de género (hay muchas lesbianas que no se consideran mujeres, por ejemplo).

El adoctrinamiento del cuerpo, la identidad, las luchas, los placeres, el erotismo, es un campo de batalla que se inscribe en nuestra cotidianidad, y la resistencia, desde el nombrarnos, como primer paso, es importantísima. Hablar de la propia experiencia es una herramienta para generar conciencia en otrxs muy fuerte.

El activismo, en mi caso, significa también hablar de la disidencia sexual en términos de lucha, como una forma de no dejarnos asimilar por un sistema hegemónico que oprime. Esto significa que ser lesbiana no es sólo una opción individual de vida, una elección por dirigir cierta energía erótica y/o romántica hacia otros cuerpos de mujeres o lesbianas. Significa, más bien, ser agentes de resistencia a la normalización de los cuerpos y la identidad; es estar en contra de la «normalidad» con que se presenta a la ciudadanía neoliberal e individualista contemporánea; es promover un cambio de las concepciones más conservadoras sobre la vida, para que todxs podamos vivir en condiciones de igualdad, sin discriminación, y con mayor libertad, concibiendo al cambio social no como una salida individual, sino colectiva.

¿Considerás que las lesbianas sufren una doble discriminación: una por el género y otra por la orientación sexual?

Sí, creo que las lesbianas, aún las que no se consideran mujeres, somos leídas por la sociedad como tales, (salvo algunas excepciones no mucho más felices). Esto nos expone a las mismas opresiones que sufren las mujeres en general; teniendo en cuenta, una vez más, que las mujeres tampoco son un grupo homogéneo, y que al interior hay diferencias de clase social, de acceso a la escolaridad, de edad, de racialización, etc.

¿Consideras que hay acciones de disciplinamiento por parte de la heterosexualidad dominante hacia las lesbianas?

Sí, hay un disciplinamiento básico a nuestro deseo, que supone que a las niñas socializadas como mujeres nos tienen que gustar los varones (cis). Y con ello, se supone que vamos a querer transitar por todas las instituciones heteropatriarcales, como el matrimonio, la familia, el amor romántico, etc. Con ello, se espera también que reproduzcamos el modelo dominante de vida. Las lesbianas (idealmente) escapamos, de cierta manera, al destino que nos fue asignado al nacer como mujeres. Somos «prófugas de nuestra clase», como escribió Monique Wittig. Hay una disciplina normalizadora sobre el cuerpo, que rige cómo «deberíamos» vernos las aparentes mujeres.

Y hay también, de una parte del colectivo LGBT o de ciertos feminismos, una visión esencialista de la identidad, que supone que una «verdadera lesbiana» se ve de tal o cual manera, o que se comporta de cierto modo. Para mí, esa postura fuertemente esencialista es la corriente más podrida del feminismo, que se vuelve ciertamente normativa, y tan alienante como los mandatos patriarcales sobre nuestro cuerpo, nuestra identidad y nuestro deseo. Y, por lo tanto, sobre nuestras luchas.

¿Qué derechos consideras que todavía faltan por alcanzar?

Los derechos que todavía nos faltan por alcanzar son el derecho al aborto legal seguro y gratuito y la enseñanza efectiva de la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas, es decir, el derecho a la educación. Esta segunda, implica para las lesbianas y para toda la comunidad LGBT, un avance fundamental hacia el cambio de conciencia, que hasta el momento sigue siendo muy conservador y homolesbotransfóbico.

Foto: Nancy Castronovo Bloin