Día Internacional de la Juventud: transformar los sistemas alimentarios

Cada 12 de agosto, y desde 1999, se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Juventud, una fecha en la que se busca promover el papel esencial que desempeña la juventud en los procesos de cambio, y de ese modo contribuir en la concientización los desafíos y problemas a los que las personas jóvenes se enfrentan.

Este año, el Día Internacional de la Juventud lleva por lema «Transformar los sistemas alimentarios: innovación juvenil para la salud de los seres humanos y del planeta, con el objetivo de resaltar la importancia de la participación significativa y efectiva de los y las jóvenes para hacer frente con éxito a las problemáticas que afectan al planeta, y contra las cuales se está haciendo un esfuerzo global. 

Se estima que el crecimiento poblacional del planeta será de más de dos billones de personas en los próximos 30 años, ello va a requerir diseñar sistemas alimentarios sostenibles que garanticen la seguridad alimentaria, no solo será suficiente  el aumento de la producción de alimentos saludables para garantizar el bienestar de la población y el planeta. Este, y otros tantos desafíos ya se encuentran plasmados en la Agenda 2030, de manera interrelacionada, como la reducción de la pobreza, la inclusión social, la salud, la conservación de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático. 

Durante el Foro de la Juventud del ECOSOC de 2021, entre los asuntos y prioridades destacados por los y las participantes jóvenes, incluyendo el impacto diferenciado que ha tenido la pandemia del covid-19, se pueden encontrar aquellos relacionados al impacto en la salud, el ambiente y los sistemas alimentarios. Los y las participantes jóvenes resaltaron la importancia de trabajar en el diseño de sistema alimentarios más equitativos, y por ello entre recomendaciones se mencionaron: 

  • La necesidad de la juventud de tomar decisiones informadas sobre las opciones alimentarias a través del acceso a la educación sobre las alternativas sanas y sostenibles, tanto para individuos como para el planeta.
  • La demanda de desarrollo y fortalecimiento de capacidades respecto a la resiliencia de sistemas alimentarios, durante y después de la pandemia covid-19. Sistemas alimentarios que incluyan no sólo los elementos esenciales sobre cómo conseguir alimentos para poner sobre la mesa, sino también los procesos y la infraestructura requerida para alimentar a las poblaciones y las externalidades negativas que pueden producir los procesos, tales como la contaminación del aire y el agua, y la desertificación. 
  • La creación de capacidades para reconocer el riesgo de las enfermedades zoonóticas que pueden resultar de prácticas de producción no sostenibles y agravar la crisis climática. Es importante que la juventud se empodere para hacer elecciones alimentarias saludables, a través de los desafíos que plantean los sistemas alimentarios, especialmente en asuntos relacionados con la nutrición, como las enfermedades crónicas tales como la obesidad, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

Es por ello, que como organización que defiende y protege los derechos humanos, reclamamos de manera urgente:

  • El incentivo de las iniciativas individuales y colectivas de la población joven de nuestra provincia que busquen garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición a través de la transformación sostenible de los sistemas alimentarios. 
  • El diseño de políticas productivas que no pongan en riesgo las bases económicas, sociales y ambientales de los sistemas alimentarios de las futuras generaciones.
  • La valorización la conexión entre los sistemas alimentarios y la juventud perteneciente a comunidades indígenas, porque la experiencia de los pueblos indígenas en los procesos sostenibles y el uso de los recursos locales, 
  • La inclusión de la juventud en proyectos de acceso a la tierra, garantizando el retorno a una producción de alimentos sostenible, familiar, que se presente como una oportunidad de empleo joven.
  • La implementación de la Ley de Educación Ambiental Integral, como educación de base para la sostenibilidad de la vida en la provincia, pero también para el disfrute de los derechos de acceso a la información y participación en asuntos ambientales vinculados a los sistemas alimentarios: poder reconocer existencia de OGM y perturbadores endocrinos en productos a través de la lectura de sus etiquetados, trazabilidad de las huellas ecológicas, etc.
  • La creación de mecanismos que aseguren la participación de la juventud en la defensa del ambiente sano, limpio y equilibrado.