El derecho a la identidad de NNyA

Cada 24 de Marzo conmemoramos el Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, por las víctimas del último Golpe de Estado Cívico Militar en Argentina, ocurrido entre 1976 y 1983, que además del plan sistemático de desaparición de personas, generó un plan sistemático de sustracción de la identidad de cientos de niños y niñas.

Durante esos años, las fuerzas armadas y de seguridad junto con otros actores, ejercieron e infundieron sistemáticamente el terror, caracterizado por la desaparición de  personas  y  la  existencia  de centros clandestinos de detención y tortura. Se estima que fueron 30.000 las personas detenidas y desaparecidas en nuestro país, el 80% tenía entre 18 y 35 años, el 30% eran mujeres de cuales 10% estaban embarazadas. 

A su vez, desplegaron uno de los mecanismos más siniestros y aberrantes de nuestra historia: la  apropiación de personas menores de edad. El secuestro y la desaparición de bebés, niños y niñas, al día de hoy no ha podido ser restablecido y reparado por completo.

El procedimiento de apropiación se llevó a cabo de diversas maneras. Hubo quienes fueron secuestradxs junto a sus progenitores y otrxs que nacieron durante el cautiverio de sus madres, secuestradas durante sus embarazos. Muchas mujeres dieron a luz en maternidades clandestinas y fueron separadas de sus hijxs cuando apenas habían nacido.

Los responsables del terrorismo de Estado consideraban que para completar la  desaparición de la ideología que pretendían exterminar era necesario “evitar que ésta se transmitiera  a  través  del  vínculo  familiar”.  Por  eso,  se apropiaron  de  los  hijos  y  las  hijas  de muchos  de  los desaparecidxs. 

Como dicen las Abuelas de Plaza de Mayo, el objetivo era que lxs niñxs «no sintieran ni pensarán como sus padres, sino como sus enemigos». Por lo que además del plan sistemático de desaparición de personas, existió un plan sistemático de sustracción de la identidad de muchxs niñxs.

La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo estima que entre 400 y 500 niños y niñas fueron desaparecidxs en esas circunstancias y cuya identidad ha sido sustraída. Abuelas es la principal organización de derechos humanos en impulsar la búsqueda, recuperación y atención especial de lxs mismxs. Ellas luchan de manera incansable y denodada para poder encontrar a los niños y niñas, hoy en día jóvenes adultxs, con el fin de devolverles y restituirles su identidad.  

Desde una perspectiva de infancias y adolescencias celebramos el cambio de paradigma que rige en nuestro país desde la reforma de 1994 que otorga jerarquía constitucional a los tratados internacionales de DDHH, entre ellos la Convención de los Derechos del Niño; y la sanción de la Ley 26.061, de Protección Integral de Niñas, Niños y adolescentes; donde se reconoce el Derecho a la Identidad y específicamente el Derecho a la Documentación. 

Nos parece importante mencionar que en el mes de marzo, la Cámara Federal de Casación Penal ordenó al Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de Mendoza elevar a 15 años de prisión la condena al ex militar Segundo Héctor Carabajal y a cinco años de prisión para Antonia Reitano Sataiti por la apropiación de Claudia Verónica Domínguez Castro durante la última dictadura cívico militar, luego de que en octubre del año pasado la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal haya ordenado que se aplique al caso la escala penal prevista en la ley vigente al momento en que la víctima recuperó su identidad, en 2015. Esa norma contiene penas más altas que las que regían durante la dictadura para quienes cometan el delito de sustracción, retención y ocultamiento de una persona menor de diez años, considerado de ejecución permanente.

El hecho tan aberrante de la apropiación de niños y niñas significó una vulneración al derecho a la identidad, principalmente generó las condiciones propias para delitos como la sustracción y supresión de identidad, vulnerando derechos humanos fundamentales de las infancias. 

Desde el Área de Niñez y Adolescencia de Xumek creemos que es menester fomentar la memoria colectiva e impulsar acciones para contribuir a la restitución y al goce del derecho a la identidad de niñas, niños, adolescentes y jóvenes.